Por las grandes avenidas

Cultura, historia, idioma y gastronomía. Son los cuatro ejes en los que se sustenta lo vasco, y si a eso le sumas una naturaleza abundante, variada y viva, hacen de nuestro territorio un lugar imperdible de visitar. Tenemos montañas, playas, ambiente y pueblos encantadores en cualquier rincón, pero para un primer vistazo, te recomendamos visitar las capitales: Donostia, Iruña, Gasteiz y Bilbo. Y lo mejor es que no tienes que elegir, puedes visitar las cuatro, porque están muy cerca la una de la otra.

Además, cada una de las cuatro capitales vascas te ofrece algo distinto. Aquí te lo contamos:

• Donostia, o la pequeña Paris, es la más fotogénica. Sus calles anchas, edificios señoriales, su bahía… todo es fotografiable y enmarcable. Visita el monte Igeldo, el centro y la Parte Vieja, ¡no te defraudarán! Y qué mejor manera de terminar el día que probando los miles de pintxos que copan las barras de los bares…
• Iruña es la ciudad amurallada y cuenta con el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español y uno de los más destacados conjuntos defensivos de Europa, La Ciudadela. Una de las mejores y originales formas de visitar el casco viejo es realizar el recorrido de los encierros de San Fermín. Lo puedes hacer tranquilamente, te aseguramos que ningún toro te perseguirá…
• Gasteiz es la ciudad verde por excelencia, y es que cuenta con un elevado número de parques y sendas para peatones y bicicletas. De hecho, uno de los mejores planes puede ser alquilar una bicicleta y recorrer la ciudad por el Anillo Verde. Así mismo, después de pedalear puedes adentrarte en el casco antiguo, la almendra medieval que no ha cambiado en siglos, y disfrutar de sus inmensa oferta de pintxos.
• Bilbo se ha convertido en los últimos años en la más moderna de las ciudades vascas, pero sigue manteniendo intacta su esencia industrial. Esa fusión entre lo moderno y lo antiguo es visible si visitas el monte Artxanda, el renovado Mercado de la Ribera, Azkuna Zentroa y, como no, el museo Guggenheim.